María Fernanda Joya

@joya_0.0

Una obra que cuenta los inicios de una madre en el mundo del modelaje webcam y que nos lleva a conocer este primer acercamiento de una forma interesante.  

Desde el guion se aprecia una historia lineal, con el personaje de Gabriela muy bien presentado, dejando claro sus motivaciones y lo que estaría dispuesta a hacer por sacar adelante a su hijo.

En medio de una situación inesperada se da la interacción con el antiguo jefe de Gabriela, Javier, quien por situaciones de la vida, termina en el mismo lugar de ella. Pese a que la escena se siente disfrutable y natural, nos quedan dudas sobre las razones que llevaron a Javier a estar donde está, así como el tema del “distanciamiento social” y la “higiene personal” se dieron por sentado y no se sintió en la interacción de ambos.  

El manejo del escenario es excelente, se aprovechan muy bien esos aspectos que hacen del teatro algo tan disfrutable de ver, como bien lo es la manipulación de las luces, el movimiento de los personajes en el escenario, el ambiente extradiegético que siempre está presente y el uso de sonidos que nos dan el contexto necesario para entender la escena, son aspectos que se sienten muy marcados desde el guion, cosa que nos lleva a imaginarlo fácilmente, haciendo que el viaje de conocer la historia sea realmente entretenido.  

Desde la obra de teatro se nota el excelente uso del escenario, el aprovechamiento de la cámara para jugar con el espacio, los cortes de “fundido a negro” que nos llevan de un escenario a otro y el uso de espacios que nos ponen en situación rápidamente son puntos muy favorables para la obra; Se percibe un cambio en la personalidad/carácter de ambos personajes en la obra como tal, cosa que lo aleja del guion, pero que propone algo diferente en pantalla; haciendo de su desarrollo algo notable al final de la obra. 

Una de las cosas que me deja un vacío en la cuestión de perfil de personaje desde el guion y la obra es la motivación personal de Gabriela, puesto que no se siente una inseguridad o problema consigo misma y su cuerpo; y por otro lado, me quedo con las ganas de un “final cerrado” para el personaje de Javier; siento que la obra se desenvuelve bastante bien, es entretenida, tiene escenas muy cómicas y te muestra una profesión poco vista en el audiovisual o en el teatro que justamente nos lleva a entenderla un poco mejor, sin duda alguna una gran obra para ver. 

María Fernanda Joya

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