Artrópoda, metamorfosis de una mujer

Detalles: Categoría: Blog; Publicado: 23 Noviembre 2021; Visitas: 265

Gustavo Salcedo

@gustavosky2015

RESILIENCIA – por Gustavo Salcedo

Debo empezar confesando que para mí es supremamente incómodo tener que escribir sobre el trabajo de un grupo de colegas.

Solo me gusta hablar de lo que hacen los demás cuando son amigos, los tengo al frente, nos hemos tomado varios tragos y me gustó lo que vi. Sin embargo, entiendo que este es un compromiso adquirido, así que aquí vamos.

“Artrópoda, metamorfosis de una mujer” es un título sugerente y eso me gusta. Los artrópodos son pequeños seres que transforman desechos; son los recicladores naturales del mundo y sin ellos estaríamos perdidos.

En ese sentido, se me ocurre que el autor nos está diciendo que Malena I y Malena II, los dos personajes de la obra, son seres invisibles, pequeños, menospreciados socialmente por su aparente insignificancia y que, sin embargo, son los más fuertes entre nosotros y por eso, tal vez, lo más necesarios porque han podido tragarse la mierda del mundo y devolverla transformada en vida, en resiliencia.

Malena II es una mujer atrapada en una tragedia eterna. Vive con un hombre que “le da en la jeta cada vez que se emborracha”, pero no puede dejarlo porque “a veces cuando el amor llega de a poquitos a la vida de uno, hay que hacer sacrificios. Y bueno, si va a doler; que duela.” Ella no conoce más y por eso es adicta al dolor, al que a estas alturas de su vida no puede desligar del amor. Es decir, para ella el amor y el dolor son lo mismo y prefiere quedarse con los golpes de su marido, a no sentir nada.

Luego nos cuenta que su pasado era aun peor, porque en su casa su padre y sus hermanos abusaban de ella y que, precisamente, fue su marido actual, el que le da en la jeta, el que la salvó de ellos. Por eso le perdona todo.

Malena I, por su parte, es un hombre transformista. Un ser que ha tenido que enfrentarse a sí mismo desde que se dio cuenta de que quería ser otro u otra, desde que quiso ver a alguien más en el espejo.

En ese sentido, me parece acertado que sea un personaje con su fortaleza el que aconseja a Malena II para que se libere de la violencia que la persigue como un sino fatal. Sin embargo, ese camino que se plantea al principio y que nos promete presentarnos la vida de estos dos personajes y ver su transformación, se vuelve confuso y no logré entender por qué Malena I pasa de aconsejar a su amiga, a decidir hacer justicia por mano propia.

Por lo anterior la decisión final que toma el personaje, cuchillo en mano, pierde fuerza dramática.

Por otro lado, me parece que la puesta en escena es correcta y nos sentimos presenciando un momento de mucha intimidad. Las actuaciones de los dos actores son justas, aunque con un poco más de intensidad, me habrían hecho sentir más cerca de la vida de esas dos almas torturadas. Esta es una obra necesaria en un país como el nuestro, en el que la violencia es pan de cada día y me gusta que sus personajes traten de llevarnos en un viaje por el infierno. Aplaudo al autor, al director y a los actores por haberse arriesgado a contar esta historia imprescindible en estos tiempos de indiferencia.

Gustavo Salcedo